El encuentro de José con sus hermanos no fue fácil
para ninguno de ellos. Nos dice la Escritura: “Y José, cuando vio a sus
hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía, y les habló
ásperamente… les dijo: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis
venido” Génesis 42:7-9.
Podemos ver en las expresiones de José palabras fuertes
y ásperas. Él les habla como ellos le hablaron en el pasado, según Génesis 37:4
sus hermanos “le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente” y en este
momento es José quien les habla ásperamente, es decir con dureza.
¿Qué significan las “palabras ásperas”? el término ásperamente
es traducido de la palabra hebrea “cashé” que significa además: severo, duro, brusco,
recio. Entonces son palabras cargadas de ira, enojo, son expresiones crueles y
violentas con las cuales se hace evidente lo que hay en el corazón (¿venganza
tal vez?). Debemos recordar que por las palabras se conoce el estado del corazón.
El Señor Jesús lo dijo: “el hombre bueno, del buen
tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Por eso
debemos procurar el poder sanador de Dios, y ejercer el continuo perdón, y así el
tesoro del corazón será lleno del carácter de Jesucristo, será el amor verdadero
lo que gobierne sus acciones y palabras.
Vemos también expresiones temerarias que dice José.
En ésta porción bíblica él los acusa de ser espías y dice que están allí para
reconocer o ubicar las debilidades del imperio del faraón y posteriormente
planear un ataque o invasión. Sin embargo debemos tener presente que él sabía
quiénes eran ellos.
Han transcurrido unos 22 años sin José haber visto
a sus hermanos y les habla duramente. Entonces esto
permite concluir que el sólo paso del tiempo no es suficiente para sanar las
heridas y los dolores del corazón, pues en realidad quien sana el corazón
quebrantado es Jesucristo el Señor. Es Dios quien restaura el alma herida, y en
ese aspecto el perdón genuino es vital.
Evitemos el resentimiento,
pues sin arreglar ese tema podemos utilizar expresiones que acusan y condenan
precipitadamente y su fundamento es falso, frases como: “Usted me quería
robar”, “Usted me ha querido muerto(a)”, “Usted no me ama”, “Usted no parece mi
hijo(a)”, entre otras.
Más bien la Biblia nos
dice: “Vence con el bien el mal” “amad a vuestros enemigos” así pues vemos que
el amor de Dios debe ser nuestra arma para vencer el odio, rencor y toda obra
que las tinieblas quieran promover en nuestro corazón.
"Pero Yo les digo:
amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen, para que
ustedes sean hijos de su Padre que está en los cielos; porque El hace salir Su
sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. "Porque
si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen también
lo mismo los recaudadores de impuestos? "Y
si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen más que otros? ¿No hacen
también lo mismo los Gentiles (los paganos)? "Por
tanto, sean ustedes perfectos como su Padre celestial es perfecto” Mateo
5:44-48.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. (Restaurando la comunión familiar - Perdón).
Te invitamos a leer: "DECLARA BENDICIÓN SOBRE TU FAMILIA".
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