“Al otro día de la pascua comieron
del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas
nuevas tostadas. Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer
del fruto de la tierra” Jos. 5:11-12.
Dios tuvo cuidado de su pueblo
mientras caminaban por el desierto, les dio a comer pan del cielo, la Escritura
dice que “era como semilla, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”. Fue
la provisión de Dios en el pasado, ahora enfrentaban un nuevo tiempo. Nuestro
corazón debe mantener una comunión continua y sensible a la voluntad de Dios y
a sus tiempos, pues el maná fue la provisión en el desierto, pero en la tierra
prometida las cosas cambiarían. Dios por su Espíritu ha dispuesto revelarnos
sus planes y diseños, esto implica sin duda una comunión íntima y constante, pues
él se revela en el secreto. En reemplazo del maná, ahora recogen los frutos de
la tierra que Dios les había prometido, pues Dios no miente, él es fiel y cumple
Su palabra. Es Dios mismo quien nos da las instrucciones para vivir los
nuevos tiempos que nos tiene preparados. Gracias Señor por tu fidelidad.
Autor: Pastor Gonzalo Sanabria A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario