(Te invitamos a leer: Sermones escritos para predicar).
Es Dios quien protege a su pueblo.
La palabra de Dios nos enseña en el capítulo catorce de Éxodo que la persecución del rey egipcio y sus soldados contra los israelitas fue intensa y feroz, pero el Faraón ante la poderosa mano de Dios tuvo que dejarlos ir a adorar y servir al Señor.