En la palabra
de Dios se nos enseña la importancia y poder de la paz de Dios en nuestro
corazón, pues en ésta atmósfera de quietud es dónde se puede escuchar la voz
del Señor y discernir su dirección.
No debemos
encasillar a Dios, pues él se manifiesta de formas diferentes. Por ejemplo, las
manifestaciones del Señor, pueden ser fuertes y estruendosas, como sucedió en el
monte Horeb (conocido como monte de Dios).
Allí el
profeta Elías pudo ver y escuchar el poderoso y recio viento, el terremoto y el
fuego, pero la voz de Dios se pudo oír en medio de un silbo apacible y
delicado. La paz del corazón es un escenario importante para escuchar al Señor.
Es muy importante entonces, aquietar el corazón y no permitir que la ansiedad y el afán nos lleven a tomar malas decisiones, más bien procuremos como nos dice la Escritura que "la paz de Dios gobierne nuestros corazones" (Colosenses 3:15) y allí alcanzaremos el testimonio y dirección del Espíritu Santo para nuestra vida.
Por todo
esto, no te angusties, ni te apresures, tu Padre Celestial quiere guiarte y
llevarte al cumplimiento de tu destino. Persevera y confía en él, Dios sabe
perfectamente lo que hace, él tiene cosas maravillosas para ti.
Recuerda: “El
Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma, me guiará
por sendas de justicia por amor de su
nombre” Salmo 23:1-3.
Escrito por
Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: SERMONES ESCRITOS
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