(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Jesucristo el Señor es libertador y sanador, él puede restaurar lo que ha sido dañado. veamos por ejemplo:
“Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” Marcos 8:22-25.
Jesucristo el Señor es libertador y sanador, él puede restaurar lo que ha sido dañado. veamos por ejemplo:
“Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” Marcos 8:22-25.
Lo más seguro es que por causa de su situación en oscuridad e impotencia, rechazo y soledad, éste hombre ciego no creía en un milagro para él. Probablemente sólo esperaba la muerte desde su triste lugar y condición. Eso lo podemos ver también porque algunos hombres “lo trajeron a Jesús”, entonces no fue su iniciativa.
En ocasiones ante la adversidad se le permite al problema ser más grande de lo que en realidad es. Desde su condición el Señor Jesús ministró y acompañó a éste hombre en su proceso de restauración y sanidad, fue todo esto un volver a la vida. Cuando seguramente todos daban el caso por perdido, el Señor lo rescato y lo bendijo.
Podemos reflexionar un poco en la vida del ciego. No
sabemos cuánto llevaba así, ni el origen de su enfermedad, la Biblia nos lo dice, lo más seguro es que
era un mendigo, quizá por su situación no tenía familia ni trabajo, y si era un levita no podía ser
sacerdote del templo.
Él dependía de otras personas y convivía con miedos ante una completa y constante oscuridad. Caminar a ciegas es muy complicado. Su capacidad productividad era casi nula. era pues una vida muy difícil.
Él dependía de otras personas y convivía con miedos ante una completa y constante oscuridad. Caminar a ciegas es muy complicado. Su capacidad productividad era casi nula. era pues una vida muy difícil.
La Biblia y la historia nos enseñan que los asirios,
amonitas, filisteos, babilonios sacaban los ojos a sus prisioneros de guerra; entonces vemos que el cautiverio y la ceguera van de la mano. Podemos verlo también en Sansón quien fue llevado preso por los filisteos y le sacaron los ojos, y lo convirtieron en su esclavo.
El Señor Jesús quiere llevarnos por el mejor camino, sigamos su consejo y permitamos su obra en nuestro corazón, pues es Dios quien restaura la vida, es quien da vista al ciego y sana al quebrantado de corazón.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria) - Dios restaura mi vida -
Buena reflexión.
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