"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo". Efesios 6:10-11.
Debemos ser conscientes de ésta realidad. El término lucha del gr: pale, traduce: combate cuerpo a cuerpo, relacionado con mecer, vibrar. El texto nos habla de un conflicto espiritual, absolutamente real, aunque generalmente invisible. Somos soldados del ejército de Dios contra el ejército de las tinieblas, la condición y efectos de ésta lucha se expresan en lo natural...
En el texto se nos presentan nuestros adversarios: el diablo y sus ángeles. El diablo era un querubín ungido en el cielo, pero un día se rebeló contra Dios y muchos ángeles le siguieron, cayeron del cielo, se corrompieron, y se convirtieron en agentes de maldad y destrucción, que aborrecen el modelo de Dios y todo lo que tenga su imagen, procuran destruir a los hombres natural y eternamente.
Por el Espíritu Santo el apóstol Pablo nos enseña una actitud fundamental ante ésta batalla. "Fortalecerse en el poder del Señor", la palabra “fortaleceos” significa: recibir poder, derramar poder dentro de, y añade: “en el Señor”, quiere decir que recibimos de Dios su fuerza (para perseverar) y su poder (para servir con autoridad y eficazmente al Señor). Somos hijos de Dios y por esa genética podemos vencer, pues nuestro Padre nunca ha perdido.
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Autor: Pastor Gonzalo Sanabria A.
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