“Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar... iban en una barca hacia Capernaúm. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos” Jn. 6:16-17.
El texto nos dice que “estaba oscuro, y Jesús no había venido a ellos”, esto indica que los discípulos no podían guiarse bien, pues no había luna, ni estrellas, ni podían ver las montañas para ubicarse, y físicamente no podían ver, ni tocar a Jesús… pero como estaban en la voluntad de Dios, el Señor tendría cuidado de ellos.
En Mt. 14 dice: “la barca era azotada por las olas, porque el viento era contrario”, el mar y el viento podemos considerarlos aquí como aquello que te quiere detener en tu avance en la voluntad de Dios (hablamos por ejemplo de las tentaciones, resentimientos, espíritus inmundos, el desánimo, etc). Finalmente Jesús viene caminando sobre las aguas y los lleva a su destino. Ése es nuestro Dios, él nos ayuda y fortalece para que cumplamos lo que él planeado para nosotros, y con él superaremos la oposición de las tinieblas, las tormentas y el embravecido mar. Adelante, Dios está contigo.
En Mt. 14 dice: “la barca era azotada por las olas, porque el viento era contrario”, el mar y el viento podemos considerarlos aquí como aquello que te quiere detener en tu avance en la voluntad de Dios (hablamos por ejemplo de las tentaciones, resentimientos, espíritus inmundos, el desánimo, etc). Finalmente Jesús viene caminando sobre las aguas y los lleva a su destino. Ése es nuestro Dios, él nos ayuda y fortalece para que cumplamos lo que él planeado para nosotros, y con él superaremos la oposición de las tinieblas, las tormentas y el embravecido mar. Adelante, Dios está contigo.
Autor: Pastor Gonzalo Sanabria A.
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