Las cosas estaban difíciles, mi hijo estaba enfermo,
en la empresa anunciaban despidos, y la oposición en el servicio a Dios no se
hacía esperar.
Pero al levantarme en la mañana pude ver un hermoso amanecer, pude mirar la belleza de las nubes y las montañas en el horizonte, entonces recordé que “su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles a través de la creación” y dije: Gracias, Señor Jesús, sé que todo está en tus manos, eres Dios todopoderoso.
En esa certeza pude descansar, sé que mi Consolador, el Espíritu Santo me acompaña y ayuda, mora en mí, por tanto venceré. Por eso, alza tus ojos al cielo y mira cuán grande y poderoso es Dios.
Pero al levantarme en la mañana pude ver un hermoso amanecer, pude mirar la belleza de las nubes y las montañas en el horizonte, entonces recordé que “su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles a través de la creación” y dije: Gracias, Señor Jesús, sé que todo está en tus manos, eres Dios todopoderoso.
En esa certeza pude descansar, sé que mi Consolador, el Espíritu Santo me acompaña y ayuda, mora en mí, por tanto venceré. Por eso, alza tus ojos al cielo y mira cuán grande y poderoso es Dios.
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