La frase
que usa el apóstol Pablo en la carta a los filipenses capítulo tres: “olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta” nos hace ver cómo el apóstol perseveró a pesar de todas las
dificultades que aparecieron en el camino. Es necesario recordar aquí que el apóstol
Pablo escribe ésta carta a la iglesia de
Filipos desde la prisión.
Es un siervo de Dios que
ha experimentado naufragios, fue traicionado, abandonado y apedreado, en
peligro de muerte muchas veces, menospreciado por propios y extraños, olvidado
a veces por sus propios discípulos, etc; pero nunca renunció al camino del
Señor, ni a su servicio a Dios. Se mantuvo firme en la decisión de perseverar
hasta el fin, y lo expresa diciendo: “Prosigo
a la meta” y así lo hizo, el apóstol fue fiel al Señor hasta el fin de
sus días.
Vale la pena destacar
la frase: “olvidando lo que queda atrás”, esto (olvidar) es un ejercicio de nuestra
mente, pero lamentablemente y en muchas ocasiones se recuerda el pasado mal
sano y que hoy no es útil, como son las heridas, decepciones, ofensas,
desordenes de la vida pasada, antiguos novios (as), y deseos del corazón que
sabemos no hacen bien para nada (los recuerdos del pasado deben ser más bien un
testimonio para la gloria de nuestro Dios). Lo que Pablo hacia era dejar atrás
lo que le impedía segur corriendo hacia la meta: Jesucristo nuestro Señor.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
Te invito a leer: “Cómo planificar mi vida para triunfar”.
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