Cuando apremia la angustia, cuando la ansiedad perturba el corazòn y cuando la incertidumbre genera miedos, es fundamental acercarse a Dios para aquietar el corazòn, pensar con lucidez y escuchar el testimonio del Espìritu Santo. Estos son los hijos de Dios, los que son guiados por el Espìritu Santo. Recuerda que Dios es tu Padre, quiere aconsejarte y procura tu bien. Busquemosle y sigamos su consejo, pues para nuestro bien nos habla. Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario