En el texto de hoy, la ubicación geográfica es muy significativa, Israel ha atravesado el desierto y el río Jordán (Dios hizo un milagro, pues pasaron por el río en seco), y están a punto de iniciar la conquista de la tierra prometida, la tierra que fluye leche y miel.
Lo que tenían por delante era un gran desafío, pero Dios les había mostrado Su poder atrás: las plagas de Egipto, les abrió el Mar Rojo, les dio carne y pan en el desierto, sació su sed con agua de la roca, les dio la victoria sobre Amalec y los protegió de Balaam, Dios guardó a su pueblo, y ahora acababa de abrirles el Jordán.
Han visto un gran milagro y con seguridad debían avanzar, pues Dios estaba con ellos. Debemos recordar las obras de Dios para impulsarnos hacia adelante, y no recordar la maldad con nostalgia para volver atrás. Avanza, Dios está contigo.
Autor: Pastor Gonzalo Sanabria A.
Dvc. 50.