30.11.16

Resurreccion de Jesucristo

El Señor Jesucristo es nuestra inspiración de vida: La Biblia nos enseña que muerte no pudo retenerlo, veamos Lucas 24:1-3 “El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús”. Aquella gran piedra según el evangelio de San Mateo fue removida por un ángel enviado por Dios, el cuerpo del Señor Jesús no estaba, él había resucitado como estaba escrito.   

La Escritura según Lucas 24:4-7 nos enseña la resurrección de Jesucristo y ese término resurrección es traducido de la palabra griega “anastasis” que significa además: ponerse de pie, levantamiento, “pararse de nuevo”.

El Señor Jesús resucitó al tercer día cómo el Padre celestial lo había dicho, el Hijo confió en el Padre y por eso vemos setenta y dos horas después de morir el poder de Dios venir sobre el cuerpo de Jesús, aquellos lienzos en su cuerpo cayeron y él se levantó.

Tal vez has oído expresiones como: “Ya no hay posibilidad alguna”, “de ésta crisis no se levanta”, “ahora si fracasó”, pero por lo general ignoran que Dios puede resucitar muertos, él toma lo vil y menospreciado para glorificarse, recordemos que siendo Abraham de cien años tuvo un hijo, la Biblia nos dice que el Señor da vida a los muertos y llama las cosas que no son, como si fuesen, porque todo es posible para Dios, él es soberano y Todopoderoso.  

En Lucas 24:8-12 vemos que el apóstol Pedro va al sepulcro y está vacío, ese lugar representa aquello que te quiere estancar. En aquel tiempo se trataba generalmente de una cueva sellada con una piedra. Según los relatos de los evangelios el cadáver del Señor Jesús fue depositado en un sepulcro nuevo de propiedad de José de Arimatea, y con una gran piedra fue sellada la entrada.  

Cuando consideramos el interior de un sepulcro cerrado, e imaginarnos un lugar de frio, oscuridad, soledad, cautiverio, silencio asfixiante y seguramente en éste caso fracaso para los de afuera. Para todos ellos Jesús había muerto y todo había terminado, para Jesús aquel sepulcro era un obstáculo a superar.

Podemos reflexionar por un momento ¿Cuál es nuestro obstáculo a vencer? ¿Cuál es la cueva que nos estanca? 

Debemos tener en cuenta que Jesucristo venció, muchas cosas y adversidades vinieron en su contra, sin embargo él confió en las palabras de su Padre y se levantó en el poder de Dios, conquisto la autoridad y la delegó en su iglesia para que ésta camine en victoria.


Por todo esto eres llamado a levantarte y avanzar en el poder y promesas del Señor. Aunque sean gruesas las paredes de la cueva el poder del Espíritu Santo derriba todo muro. El Señor Jesús tiene el poder para restaurar lo que ha sido dañado. Cuando se acaban las posibilidades del hombre Dios muestra su gloria y poder. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. (Resurrección de Jesucristo).

Te invitamos a leer: "DIOS NO MIENTE".  



29.11.16

La Restauracion Segun la Biblia

Significado del término “restauración”: Según el idioma hebreo el término restauración significa: renovar, reparar, restaurar. Hallamos que en el Antiguo Testamento ésta palabra se usa en general para hacer referencia a la reconstrucción del Templo en Israel. Esto es muy interesante al recordar que hoy somos templo del Espíritu Santo de Dios.

Vemos también que desde el griego la palabra restauración significa: volver a construir, poner en orden, restablecer. Entonces al igual que en el Antiguo Testamento la palabra en general se refiere a la reconstrucción.

Podemos concluir entonces que el plan de salvación es básicamente un proyecto de restauración. Según nos enseña la Biblia en el Edén el plan divino fue dañado, pues Dios quería gobernar la tierra creada a través del ser humano, y con la desobediencia de Adán y Eva el diablo tomó la autoridad sobre la tierra y vinieron entonces las dolorosas consecuencias. Sin embargo Dios comienza un plan de restauración o reparación.

Dios Padre comisionó a su Hijo Jesús para restaurar el diseño inicial:  

Jesucristo es el postrer Adán según 1 Corintios 15:45,47 “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo”. La relación que vemos aquí es muy clara: un primer Adán que falló y un postrer Adán (Jesucristo) que vino a restaurar el daño provocado por Adán y Eva en el huerto.  

Jesucristo nace para cumplir el propósito de Dios, nos dice Gálatas 4:4 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley”. También podemos recordar que el salmista dijo: “en tus manos están mis tiempos” Salmos 31:5. El Señor siempre actúa en su tiempo. Cada uno de nosotros somos un propósito divino y ha nacido en el tiempo de Dios para su gloria.

Ante esta realidad debemos tener presente que el Señor Jesús tuvo que enfrentar: rechazo de las autoridades religiosas (es decir sacerdotes, escribas y fariseos). Rechazo y también incredulidad de su propia familia. Calumnias de quienes le hacían oposición. Menosprecio en diversos lugares. Fue traicionado por Judas Iscariote y fue crucificado como un criminal. A pesar de todo esto él se fortaleció en Dios y logro la victoria, pues finalmente se cumple la Palabra de Dios que nos dice: “Jehová cumplirá su propósito en mí”.

Aunque nacemos en el tiempo del Señor y avanzamos en Su voluntad, habrá dificultades y obstáculos que superar, pero Dios nos ayuda con su poder y cuidado.

El SEÑOR es mi pastor, Nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; Junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; Me guía por senderos de justicia Por amor de Su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento” Salmo 23:1-4. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. (La restauración según la Biblia).

Te invitamos a leer: "DIOS NO MIENTE".  



Jesus Sana a un Ciego

Cuando Jesús sanó al ciego de Betsaida (Marcos 8:24-25) le preguntó ¿ves algo? El hombre dijo: “Veo los hombres, pues veo que andan como árboles”. Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.

La expresión “Fue restablecido” es interesante pues la palabra restablecer es una traducción del término griego “apokadsítemi” que significa también: restituir, restaurar, devolver, reponer (es entonces una acción que conduce a la restauración completa de algo que fue dañado). Por eso cuando nos acercamos al Señor Jesucristo empieza una verdadera restauración.

La vida de éste hombre fue restituida o restaurada, su visión, su familia, la vida en sociedad, su participación en el templo judío, también su propósito de vida. Por supuesto su mayor satisfacción fue ver al Señor Jesús, experimentar su toque y ser transformado por su poder (recordemos que el Señor dijo: “los limpios de corazón verán a Dios”).

Quizá la maldad ha deformado nuestra visión y confianza en el poder y cuidado de Dios, probablemente hemos dado lugar al enemigo de nuestras almas para dañar nuestra confianza y esperanza del futuro, pero ten presente el Todopoderoso restaura nuestra visión y confianza en él.   

En otras ocasiones no logramos identificar las circunstancias de la vida, o no podemos ver de claramente el diseño divino para nuestra vida, y por eso el potencial que él ha delegado en nosotros está estancado. En otras momentos ocurre que durante el proceso del milagro (restauración, sanidad, liberación), aparece el cansancio o la decepción, y requerimos de nuestro buen  Dios nuevas fuerzas para perseverar.


Entonces él viene con restitución, el Señor viene a transformar la condición del ser humano, él es poderoso para cambiar y restaurar todas las cosas según su soberana voluntad e gran poder. Dios es bueno, puedes confiar en él.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. (Jesús sana a un ciego).

Te invitamos a leer: "DIOS NO MIENTE".  



Jesucristo es la Luz

Las Sagradas Escrituras denuncian la ceguera espiritual, nos dice por ejemplo 2 Corintios 4:4 “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos,  para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo,  el cual es la imagen de Dios”, por la  obra demoniaca, por la dinámica de la religión (en ese tiempo la ley de Moisés tergiversada, por ejemplo el Señor Jesús le dijo a los fariseos “ciegos, guías de ciegos”).

Podemos recordar entre otras cosas que el Señor también dijo: “es necesario nacer de nuevo, para ver el Reino de Dios” y la palabra “ver” viene del término griego “eído” que significa también: conocer, entender, saber cómo hacer. Podemos ver que los amigos del ciego (Marcos 8:22-25) conocían o entendían el poder de un toque del Señor Jesús (por eso dice la Biblia: “le rogaron que le tocase”). Un toque de Jesús transforma nuestra vida.  

Nuestro Dios es soberano y eso quiere decir que él es Dueño, Señor, quien tiene todo el poder, autoridad absoluta (el Señor hace cómo él quiere siempre impulsado por su gran amor, él es la máxima autoridad del universo visible e invisible. Él hace cosas que nos asombran y otras que no logramos entender, pero Dios siempre sabe lo que hace (En el caso del hombre ciego lo llevó fuera de la aldea, escupe en sus ojos y luego impone sus manos allí).

Aquel hombre recibe el milagro y éste ocurre en dos momentos o etapas (indica esto proceso, habla de niveles y podemos ver tres fases: visión nula, visión media y visión excelente). Jesús impone por segunda vez sus manos, esto es una nueva ministración, lo que nos enseña que no debemos renunciar sino perseverar, pues llegará el momento cuando el velo de oscuridad se rasgará y veremos la gloria del Señor. Jesucristo es la luz del mundo. 

Llegará el tiempo cuando brillará la luz de Jesucristo con mayor poder en tu vida y familia. Por eso también nos dice la Biblia: “más la senda del justo es cómo la luz de la aurora va en aumento hasta que el día es perfecto, más los impíos no saben en que tropiezan”. Persevera, Dios te ayuda y fortalece.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. (Jesucristo es la luz).




27.11.16

Dios Restaura mi Vida

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).  

Jesucristo el Señor es libertador y sanador, él puede restaurar lo que ha sido dañado. veamos por ejemplo: 

“Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” Marcos 8:22-25.

Lo más seguro es que por causa de su situación en oscuridad e impotencia, rechazo y soledad, éste hombre ciego no creía en un milagro para él. Probablemente sólo esperaba la muerte desde su triste lugar y condición. Eso lo podemos ver también porque algunos hombres “lo trajeron a Jesús”, entonces no fue su iniciativa. 

En ocasiones ante la adversidad se le permite al problema ser más grande de lo que en realidad es. Desde su condición el Señor Jesús ministró y acompañó a éste hombre en su proceso de restauración y sanidad, fue todo esto un volver a la vida. Cuando seguramente todos daban el caso por perdido, el Señor lo rescato y lo bendijo.    


(Te invitamos a leer: Dios trae lo mejor para tu vida. ). 

Podemos reflexionar un poco en la vida del ciego. No sabemos cuánto llevaba así, ni el origen de su enfermedad, la Biblia nos lo dice, lo más seguro es que era un mendigo, quizá por su situación no tenía familia ni trabajo, y si era un levita no podía ser sacerdote del templo. 

Él dependía de otras personas y convivía con miedos ante una completa y constante oscuridad. Caminar a ciegas es muy complicado. Su capacidad productividad era casi nula. era pues una vida muy difícil. 


(Te invitamos a leer: Buscando la presencia de Dios.). 

La Biblia y la historia nos enseñan que los asirios, amonitas, filisteos, babilonios sacaban los ojos a sus prisioneros de guerra; entonces vemos que el cautiverio y la ceguera van de la mano. Podemos verlo también en Sansón quien fue llevado preso por los filisteos y le sacaron los ojos, y lo convirtieron en su esclavo.

El Señor Jesús quiere llevarnos por el mejor camino, sigamos su consejo y permitamos su obra en nuestro corazón, pues es Dios quien restaura la vida, es quien da vista al ciego y sana al quebrantado de corazón.  


(Te invitamos a leer: Deposita tu confianza en Dios. ).


(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)  - Dios restaura mi vida -